miércoles, 26 de noviembre de 2008

METÁFORAS DE SITUACIÓN

La realidad se empeña en seguir a la otra realidad (la de dentro), siempre un paso por detrás. O viceversa.
Unos ejemplos de términos reales:

Un recogedor con un agujero enorme.
Una invasión de cucarachas en el piso.
Agacharse demasiado para tirar la basura y dar con la cabeza en la pared.
Una muela de aspecto perfecto que escondía una caries extendida ya hasta el nervio.
Una ola de frío que adelanta el invierno...

Los términos figurados los ponemos cada uno.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

POR SI ARDE



por si arde el cielo y no hay escapatoria
posible para todos los que somos
o decimos ser
o perdemos la vida en el intento

por si acaso

llenemos los ojos de agua
de ingenua esperanza
de belleza
de tristes solturas y deseos
que no esperen ser cumplidos.

para entender lo que existe
o la nada
quizás necesitemos arder.

lunes, 10 de noviembre de 2008

EMPEÑOS

De todas las maneras posibles de mirar el mundo tuvo que escogerme la manera prospectiva, con su afán de minerías intangibles, de (absurda) arqueología emocional.
Es complicado emocionarse en el metro al mirar la cara de satisfacción de alguien al comerse una chocolatina. O con la alegría de una madre joven que juega en el parque con su niño con síndrome de Down. O con los pequeños fracasos cotidianos que los demás te cuentan casi de modo casual...
Qué pesadita, sí: empeñada en mirar todo como si tuviera la visión de superman, e incluso llegar a creerme que la tengo, reflexionar, sacar mis conclusiones y, encima, tratar de compartirlas. Qué pesadita, hija, seguro que piensa quien me sufre. Más me sufro yo, ¿y qué quieres?, me pregunto a veces. Un poco de calma. Respirar hondo y dejar entrar el aire. O no tan hondo, y que pase el oxígeno sólo lo justo y necesario para poder sostener mis funciones vitales. Y no preocuparme más. Ni darle más vueltas. Ni querer comunicarme. Ni subirme a las sillas para tratar de entender ciertos misterios. Que para algo son eso: misterios. Un poquito de respeto, por favor.

lunes, 3 de noviembre de 2008

SI EL ESPEJO HABLARA




¿Qué pasaría si al espejito mágico se le soltara la lengua y nos dijera la verdad?


¿Nos reconoceríamos también en nuestros defectos? ¿Tendríamos las virtudes que creemos tener?


¿Soportaríamos que nos dijera la verdad, toda la verdad, nada más que la verdad, que no la suavizara con alguna mentira piadosa, con alguna dulce omisión?


¿Nos dolería más por la conciencia de nuestra propia imperfección o por saber la crudeza con la que nos ven los demás?


O lo que es lo mismo, ¿sería más duro, entonces, nuestro juicio "hacia dentro", o nuestra expectativa del juicio externo, del que los demás hicieran de nosotros? ¿Quién sería más benévolo?


¿Qué sería mejor, saber la verdad o permanecer en la ingenua creencia de una realidad mermada por la nula perspectiva?